miércoles, 27 de enero de 2016

La moda, esa tirana


Imagen con texto "El ser humano es tan estúpido que se avergüenza de su cuerpo, pero no de sus actos"

La moda, esa tirana, instigadora de la bulimia y la anorexia. Diseñadores empeñados en hacernos ver que lo bello son dos juncos insípidos desfilando por una pasarela. Modelos mustias y sin formas. Tallas que son tallos, porque no son humanas, son huesos para el caldo. Aunque ni eso. Y no solo está en la moda para la mujer, ese absurdo fanatismo por la delgadez también se hace presente en los hombres. Y ese arquetipo de falsa belleza se impone en adolescentes y no tan adolescentes. Por eso no es difícil encontrar páginas, blogs y otro tipo de publicaciones alentando sobre dietas. Y más descabellado aún, proponiendo trucos para comer sin engordar, pasando por el vómito y otras burradas. Aunque vómito es lo que me producen a mí esas páginas y esta estúpida moda. 

  Cada vez son más las voces que se alzan contra esta tiranía, ¿acaso se debe transformar el ser humano para encajar en sus vestiduras, o la ropa se acomoda al cuerpo de la persona? ¿Nos hemos vuelto idiotas?
¿No se han dado cuenta estos diseñadores que la mujer tiene formas?
 ¿Para quién diseñas tus creaciones, para colgarlas en una percha o para que la vista una mujer?
Claro que al mismo tiempo me hago otra pregunta...¿estás dispuesta a poner en riesgo tu salud por un trozo de tela? Yo al menos no, ¿y tú?

Una cosa es cuidarte y hacer una dieta equilibrada para mantenerte en forma, y otra muy distinta someterte a una tortura estúpida de dietas "milagro" que son un peligro para bajar kilos rápidamente y cuyo objetivo no es otro que meterte en una talla 38  que jamás tuviste. 

Ahora mírate a la cara, estás que das pena, y ese saco de huesos perdona que te lo diga pero no atrae para nada. Da grima ver esos brazos y esas piernas que parecen mondadientes. Pero si eso es lo que quieres tú, pues sigue así. En el cementerio no hay pasarelas de moda, ni espejos, ni flashes, ni sueños de ser la más popular, ni nada que se le parezca. Mientras tú pones en riesgo tu vida haciendo el panoli, otro se está forrando. Y lo más importante, a estos señores de la moda tus formas, tu salud, les importa un rábano; de lo contrario, diseñarían ropa para mujeres normales, sí esas que te cruzas a diario por las calles de cualquier ciudad o pueblo. Eres libre para decidir si quieres seguir siendo esclava de esos arquetipos pasajeros de "belleza" -que no lo son- o gustarte a ti misma y mandar a todos estos creadores de formas insulsas e indefinidas al mismo diablo. 

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